viernes, 20 de junio de 2008

Por que ocurre??


A lo largo de nuestra vida nos encontramos todo tipo de personas, nos ocurren miles de sucesos, algunos de ellos son buenos y otros malos, igual nos pasa con las amistades, unas son verdaderas y otras son falsas. Me pregunto cuanto tiempo debe de pasar para darnos cuenta de cuando es una u otra??
A veces nos lo ponen muy facil, otras por el contrario, nos da una imagen muy equivocada, y esas son las que mas nos cuesta ver.......... pero acabamos viendo. Y supongo que esas son las que mas nos duelen, porque confiamos en alguien que pensamos que es "amigo/a", y dia a dia nos vamos dando cuenta que no es asi, vemos como nos engaña, sin saber bien porque!! Cual es el motivo que les lleva hacer eso??
Pienso que a largo o a corto plazo, pasa el efecto contrario, y son esas personas las que se van quedando solas, las que sus mentiras se van poniendo en contra de ellos mismos y todos acaban viendo. Despues de todo eso, intentan darle la vuelta a las cosas, piden perdon, y se justifican sobre sus acciones, creo que nos toman como una especie de marionetas, ahora te muevo ahora no........ lo hacen para no sentirte solos ( ya lo estan ) porque cuando pasa algo asi se excusan de mil maneras?, dime, como volver a confiar en alguien que te hace algo asi?, alguien que se va jugando dia a dia tu amistad sin importarle?, de que sirve lo que hacemos? Personalmente me duele ver como creen antes a un desconocido antes que a sus propios amigos, sus motivos tendran, verdad???

Un beso,

1 comentario:

Alberto López Cordero dijo...

En realidad las amistades de verdad se cuentan con los dedos de una mano y sobran dedos.
Yo creo que eso que cuentas es algo con lo que todos nos sentimos identificados de alguna manera. Son palos que antes o después nos da la vida, pero que tiene su parte positiva, que es valorar a quien en realidad nos ofrece toda su amistad.
Tambien tien su lado negativo, y es que nos creamos una coraza a quien no tiene culpa, pero que llegados a casos así, nos andamos con pies de plomo, intentando asegurar bien donde pisamos.